Como hemos estado viendo, la Luna en astrología simboliza nuestras emociones, la forma en que damos y recibimos cariño, nuestro refugio emocional y nuestras necesidades más básicas e instintivas.
Y cada casas en astrología se relaciona por analogía con un signo zodiacal.
¿Cómo será tener la Luna en esta casa Lunar?
En el caso de la Casa IV, se asocia al signo de Cáncer, regido justamente por la Luna.
Seguí leyendo para saber un poco más acerca de cómo se manifiesta la influencia lunar a través de las experiencias de la Casa IV.
Cómo son las personas con Luna en Casa IV
La Casa IV también es conocida como Fondo del Cielo (IC): es el punto más bajo de la Carta Natal, la raíz, y por eso se asocia también con nuestras propias raices: , el hogar, la familia, el clan, los antepasados. En definitiva, nuestras raíces más profundas.
Así, el refugio emocional de estas lunas se traduce en experiencias que tienen que ver con lo más íntimo y que da un sentido de pertenencia.
La conexión con la familia y la infancia se vuelve el epicentro de nuestras emociones, creando una profunda influencia en la construcción de nuestra identidad emocional. Allí es donde siento seguridad, en todo aquello que tiene que ver con el hogar, con la familia (ya sea aquella en la cual me críe o la que construyo de adulto), y muchas veces con el pasado y una cierta añoranza a la infancia.
Tener un ambiente hogareño acogedor, confortable, se convierte en una expresión tangible del cuidado emocional para las personas con esta posición astrológica. Después de todo, para las personas con Luna en Casa IV no hay lugar como el hogar.
Los vínculos familiares son muy importantes, y para quienes tienen Luna en IV las experiencias de la infancia, con los padres y la familia de origen, dejan huellas emocionales profundas y duraderas.
Talentos de la Luna en Casa IV
El mayor talento de esta Luna es su gran habilidad para nutrir y cuidar a los demás. Son personas que de chiquitas demuestran ese don, muchas veces cuidando a hermanos más pequeños, o a alguna mascota. Pero el cuidar y proteger a otros es una temática que se encuentra muy presente en estas lunas, claro que con los matices que le dará el signo en el que se encuentre.
Son personas muy intuitivas, y esa intuición emocional las guía en la comprensión de las necesidades de los demás.
La Luna en la Casa IV tiene también un don especial para crear espacios interiores, y ello puede manifestarse en una creatividad especial para decorar y diseñar el hogar propio y de los demás, ya que infunden los espacios con elementos que evocan recuerdos y emociones positivas. La creación de un hogar estéticamente agradable se convierte en una expresión de su conexión emocional con el entorno.
Desafíos de la Luna en Casa IV
Al ser una Luna tan centrada en el hogar, puede volverse muy introspectiva y metida hacia adentro, en su propio mundo, en sus recuerdos y en el pasado.
Por eso, su gran desafío será aprender a separarse del hogar familiar para encontrar cierta independencia emocional. El miedo a la soledad o a perder la seguridad emocional puede influir en las decisiones relacionadas con la autonomía.
Esa introspección y conexión con el pasado puede ser una gran herramienta, si la usan a su favor, para ayudarlos a reflexionar sobre sus experiencias anteriores y entender cómo éstas influyen en su vida emocional actual, para poder trascenderlas.
La conexión con las raíces y las costumbres familiares se convierte en una fuente rica de autoconocimiento, pero deben cuidad de no quedarse atrapados allí y aprender a crear sus propias tradiciones.
Así, quienes tienen esta posición astrológica, vivirán su mundo emocional a través de experiencias que les recordarán que el hogar y la familia son la base desde la cual florece su identidad y la comprensión del mundo que las rodea.
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Por Leandro Liptak y Josefina Schatz