Este sábado 24 de febrero, a las 9.30 hs. de Argentina, tendrá lugar el segundo plenilunio de este año: la Luna Llena en Virgo.
La Luna Llena se da cuando el Sol y la Luna se encuentra en Oposición. Por eso, como el Sol se encuentra en el signo de Piscis, la Luna estará en el signo opuesto: Virgo.
Veamos que nos traerá esta lunación.
Luna en Virgo – Sol en Piscis
El Eje Virgo / Piscis es uno de los más difíciles de comprender. Virgo, el sexto signo zodiacal, se relaciona con ese momento del zodiaco en que empezamos a percibir que hay algo más que nuestra individualidad, y nos ponemos al servicio de eso mayor, más grande que nosotros. El signo de Virgo, regido por Mercurio, es un signo de tierra, y además del servicio también tiene que ver con el orden, la precisión, con los hábitos y rutinas, la salud y el trabajo.
Piscis, a su vez, es un signo de una gran sensibilidad. Como hablamos en el artículo sobre el Sol en Piscis, es un signo que tiene mucho que ver con la fantasía, los sueños, la espiritualidad.
Regido por Neptuno, Piscis, al igual que Virgo, también se relaciona con el servicio a un orden mayor, pero al ser un signo de agua, ese servicio ya no será dado desde un lugar de practicidad sino desde un lugar de extrema sensibilidad y empatía por el otro.
Luna Llena: un ciclo se cierra
Las lunas llenas tienen que ver con un ciclo que llega a su fin, y que comenzó 6 meses atrás, con la Luna Nueva en Virgo.
El Sol Pisciano ilumina a la Luna, y al hacerlo saca a la luz y nos permite ver de frente todas aquellas cuestiones que estuvimos trabajando durante este período, de forma consciente o inconsciente.
Las lunas llenas marcan el punto culminante del ciclo lunar, cuando la Luna está completamente iluminada por el Sol (en este caso, en el signo de Piscis). Este momento se asocia con la manifestación de metas y proyectos, así como la culminación de procesos emocionales o situaciones pendientes. Es un momento para cosechar los frutos de nuestro trabajo y para celebrar los logros alcanzados durante el ciclo lunar.
En este caso, al estar la Luna en el signo de Virgo, prestemos atención a qué cuestiones relacionadas con el servicio están cerrando un ciclo en nuestra vida, en especial en el ámbito de vida (casa) en que esta luna se dé en nuestra carta natal.
Luna Llena: vemos con claridad
La luz brillante de la Luna llena, que no es otra cosa que el reflejo de la luz del Sol, simboliza la iluminación y la claridad. Es un momento en el que las verdades ocultas pueden salir a la luz y las situaciones pueden volverse más claras y evidentes. Esto puede manifestarse como revelaciones personales, epifanías o simplemente una mayor percepción de la verdad en nuestras vidas.
Al ser esta lunación en el eje Virgo/Piscis, estaremos especialmente sensibles, tanto en lo emocional como en lo perceptivo. Es importante poner especial atención a los sueños, ya que muchas de esas revelaciones pueden surgir mientras dormimos.
Las lunas llenas son también momentos de profundo cambio y transformación, facilitando la liberación de lo viejo y la apertura a lo nuevo. Es un tiempo propicio para dejar ir lo que ya no nos sirve y para abrirnos a nuevas oportunidades y caminos en nuestras vidas, especialmente en temáticas relacionadas con este eje zodiacal.
Durante este tránsito lunar, es probable que nos sintamos más sensibles a las emociones de los demás y que deseemos brindar apoyo y cuidado de una manera práctica y tangible.
Es un momento excelente para practicar la empatía y la compasión hacia nosotros mismos y hacia los demás. Virgo nos recuerda la importancia de cuidar los detalles en nuestras interacciones y de ser conscientes de cómo nuestras acciones afectan a los que nos rodean. Tal vez sea una buena idea, durante este tránsito, tomarnos el tiempo para escuchar activamente y para ofrecer ayuda a quienes nos rodean, recordando que ponernos al servicio de los otros no solo beneficia a los demás, sino que también nos brinda una sensación de satisfacción y realización personal.
EN RESUMEN…
Durante esta Luna llena se cierra un ciclo de 6 meses. Es un buen momento para hacer balance de lo logrado, así como de conectar con nuestra sensibilidad emocional y de poner nuestros talentos al servicio de los demás.
Durante este período lunar, podemos encontrar una mayor satisfacción al cuidar de los detalles y al ofrecer ayuda práctica a aquellos que lo necesitan.
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Por Leandro Liptak y Josefina Schatz