Ya hemos hablado de las casas en nuestra carta natal, y vimos un primer pantallazo de qué significa cada una de ellas.
Pero, cómo se vive tener un planeta en esa casa? Y en particular, cómo es tener la Luna, esa luminaria tan importante, que habla nada más y nada menos que de nuestro refugio emocional, en determinada casa?
Acompañame en este corrido, donde iremos desglozando casa por casa cómo es tener la Luna en cada una de ellas.
La Luna: Refugio Emocional
Por un lado, la Luna en astrología simboliza nuestras emociones, la forma en que damos y recibimos cariño, nuestro refugio emocional y nuestras necesidades más básicas e instintivas.
Y por el otro, la Casa I es sumamente importante, ya que es la casa del Ascendente, y la energía de esa casa aparecerá en primer plano en nuestra vida.
La Casa I el inicio de la carta natal y define de gran manera las experiencias que se nos presentarán por destino, así como la forma en que nos ven los demás. Ahora, imaginemos esta combinación, de la Luna, ese cuerpo celeste tan simbólico de nuestras emociones más profundas, en esta casa tan importante. ¿Cómo se manifiesta esta influencia lunar en la manera en que proyectamos nuestra identidad?
Cómo son las personas con Luna en Casa 1
Tener la Luna en esta casa implica algo muy parecido a la energía de nuestro ascendente: en un primer momento tendremos un profundo desconocimiento de esta energía, para poco a poco, y a través de la gran cantidad de experiencias relacionadas con esta energía que se nos presentarán como destino, ir haciéndola cada vez más nuestra.
Si tengo Luna en I voy a irradiar mucha energía lunar, aunque probablemente no sea consciente de ello.
Poco a poco, a lo largo de mi vida me iré apropiando de esta energía, y podré usarla de forma cada vez más consciente.
Desafíos de la Luna en Casa 1
Las personas con esta posición lunar están descubriendo la importancia de la sensibilidad y la emoción.
Y así como la Luna rige las mareas, las personas con Luna en 1 también serán muy susceptibles a los cambios cíclicos. Las emociones fluctúan como las mareas, y aquellos con la Luna en esta posición pueden experimentar cambios de humor notables. Estos cambios no solo son internos, sino que también se reflejan en la forma en que son percibidos por el mundo exterior, más allá del signo en que tenga a esta luminaria.
La temática principal para estas personas será registrar cuan importante es lo lunar en su vida, y darse cuenta de que además del propósito que me trae mi ascendente, esa Luna también viene a traerme algo para ir reconociendo como una parte de mí.
La Luna en la Casa 1 desafía a quienes tienen esta posición astrológica a ser emocionalmente auténticos, y a aceptar la fluidez de sus sentimientos, permitiéndose ser vulnerables (algo que a veces puede costarles mucho). En este proceso, encuentran la verdadera liberación emocional y la posibilidad de relacionarse de manera más auténtica con el mundo.
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Por Leandro Liptak y Josefina Schatz