Técnicamente ya vivís la astrología. O te vive a vos, porque es la Vida misma. La astrología es más bien el sistema simbólico con el cual la desmenuzamos y estudiamos. Un jack el destripador pero vegano, espiritual y medio budista. Ah, y consciente. Algo así somos los astrólogos (por algo abunda en los cursos la gente con mucho escorpio… casa ocho, o doce, o Plutón fuerte… ¿es tu caso? jiji). Ya me fuí por las ramas (¿qué más esperar de un geminiano? -chiste-)
La astrología ya está en vos. Esto lo digo en los cursos. Estudiar astrología es construir un puente entre las sensaciones que siempre sentiste, la forma en que pensás y te desplegás por el mundo, y los símbolos propios del lenguaje. Parece intelectual, pero no lo es. Se necesita #mercurio para combinar y percibir conexiones, pero no es ajedrez. No es sólo Virgo, es también Piscis. Se necesita mucho Neptuno. Si no ponemos a trabajar ambos hemisferios, la astrología nos va a dejar de cama. Pero si hacemos que se entiendan (se puede, creeme), algo florece en todo su esplendor. Y eso sirve para la Vida.
Yo enseño astrología desde mi experiencia. Me apoyo fuertemente en los casos que yo mismo analicé, y en mis propios tránsitos y observaciones. Toda experiencia, de todo ser humano, es parcial. Pero esa partecita, puede resonar con lo que vos estás necesitando, pues en la fracción, está la Verdad en minuatura. Y quizás, holográficamente, esté toda la Verdad. No lo sé. En mis cursos, no voy a dudar en decirlo. No quiero que aprendas astrología de libro. Hay mucho que no sé. Quiero darte una astrología que sea una herramienta de profunda transformación para tu vida y tus vínculos. Por eso, hay mucho que no sé, pero sí sé cómo orientarte en la observación, para que vos lo descubras. Hacia allá vamos.
─ Leandro Liptak