Los aspectos son conversaciones

¿Personalidad múltiple?

En esta saga de artículos introductorios, pasamos por signos, planetas y casas, y no podíamos dejar de hacer mención a los aspectos, cosa que suele costar a los iniciantes en el lenguaje. Básicamente, los aspectos nos muestran que todos tenemos energías que a veces se encuentran gentilmente, y otras, que se contraponen generando fracciones internas que tendremos que aprender a conciliar (y aquí la astrología se vuelve una guía invaluable). Seguime en estas líneas que vienen que te cuento cómo.

Un problema de deseos

En alguna de mis charlas introductorias, como la de Secretos de la Carta Natal, suelo usar la analogía siguiente: los aspectos son vínculos entre dos cosas, supongamos dos personas. Pero estos vínculos pueden ser blandos, como dos que están unidos por una cuerda elástica, o duros y tensos, como si dos personas quedasen unidas por algún material muy firme y rígido. En ambos casos, lo que sucede es que lo que hace uno impacta al otro. Si el vínculo es blando, el impacto es tranquilo y deja a cada uno de los involucrados mucho espacio y grados de libertad. Pero si el vínculo es duro, el impacto de uno en otro es inmediato. Y estos son los tipos de aspecto que más nos interesa investigar.

Es el caso de la cuadratura, la oposición y otros menos conocidos, y los involucrados en esto son siempre dos planetas: por ejemplo Marte oposición Saturno. Una forma fácil de pensarlo es imaginar qué quiere Marte (quiere accionar, arrancar, ir deseante hacia lo que quiere) y por otro lado qué busca Saturno (ser correcto, no equivocarse, minimizar el error). Entonces el desafío en el caso de un aspecto duro será integrar esas dos partes, mientras que si es un aspecto blando (como trígono o sextil) más bien existe ya una integración que fluye «por sí sola» en la mayoría de los casos.

La cuestión es integrar

No se me ocurre temática más astrológica que integrar. Y es que el mapa que la astrología nos muestra a través de nuestra carta natal, es una guía para eso: ir ayudando a que nuestras partes en conflicto se amiguen, se den la mano. Pero dejame decirte que esto no va a ocurrir solo. Dos cosas son necesarias, en principio: indagación (autoconocimiento) y ausencia de juicio.

La indagación consiste en comprender a las partes en juego. En eso nos ayudan los aspectos: vemos claramente a los actores involucrados, hasta llegar a conocerlos al máximo y saber cuáles son las partes que siempre chocan dentro nuestro. Luego, necesitamos del no-juicio, algo en lo que los orientales vienen haciendo incapié hace ya miles de años. No es posible sanar aquello que seguís condenando en vos. Juzgar es necesario en la vida, pero en algunos momentos es casi igual a reprimir. Nos ocultamos detrás de nuestros juicios compulsivos, hacia los demás y hacia nosotros mismos. La astrología nos va mostrando el camino hacia una comprensión libre de resentimientos, que nos abre las puertas a nuevas dimensiones de nuestra energía, y la plenitud consecuente.