Estamos en temporada Escorpiana, y justo hoy fue el eclipse en el eje Tauro / Escorpio. Y si hay algo que se asocia con este eje, es el placer, la sexualidad y el deseo. ¿Qué podemos mirar en nuestra carta natal y en la de los demás para saber cómo deseamos, que nos mueve y cómo nos atraviesa el deseo?

¿Qué es el DESEO?

La palabra viene del latín, desidium: anhelar algo, el impulso que se experimenta al sentirnos muy atraídos por algo, el movimiento afectivo hacia algo que se apetece. Pero la raíz latina viene del verbo desidere: pereza (de donde luego deriva también la palabra desidia).

Entonces, el deseo puede ser activo, movernos

Podemos pensar el DESEO en Astrología a través de tres planetas, cuyas funciones son distintas, pero sin embargo son opuestos complementarios.

El DESEO en astrología

VENUS

El planeta del deseo en Astrología es Venus: es el planeta que miramos para saber qué nos atrae en la complementariedad, cómo sentimos y qué cosas nos dan placer, y también cómo nos desplegamos para atraer a alguien hacia nosotros.

Venus es regente de los signos de Tauro y Libra.

Desde un lugar Libriano, Venus nos habla de ser en complemento con un otro, del encuentro con ese otro y la búsqueda de armonía entre esas dos identidades que se encuentran.

Visto desde el punto de vista Taurino, Venus es placer, disfrute y deleite en la forma, en el cuerpo. Aquello que me genera ese placer, quiero poseerlo.

Pero si observamos el mandala zodiacal, Venus encuentra sus opuestos complementarios en Aries (opuesto a Libra) y en Escorpio (opuesto a Tauro).

Si querés saber más sobre Venus en tu carta, podes ver los videos sobre este planeta en los signos, en el Canal de You Tube.

MARTE

Marte es el regente de Aries. Como ya habláramos cuando hablamos de este planeta, es la función que nos indica la forma en que accionamos, la forma en que nos movemos. Si miramos otra vez la definición de deseo, vemos que habla de “impulso” y “movimiento”, ambas palabras muy marcianas/arianas. Y para alcanzar nuestros deseos y anhelos, es necesario que la función de Marte esté desarrollada: que podamos movernos en dirección a ese deseo, que podamos tomar acción, ser activos en relación a aquello que deseamos alcanzar. Porque de lo contrario, Venus se quedará solo en eso: un anhelo que jamás se cumple.

Por eso se habla en Astrología de tratar de que todas las funciones (planetas) de nuestra Carta Natal estén equilibrados y en armonía.

Puedo tener muy desarrollado mi Marte, pero no tener claro cual ese deseo que me mueve, o al revés, tener claro mi deseo, pero no haber desarrollado mi Marte, mi guerrero interno, para ir en pos del mismo.

Ver donde está Marte, por casa y por signo, en nuestra Carta Natal, puede ayudarnos a entender como accionamos hacia ese deseo, y a elaborar estrategias para no quedarnos tan solo en la buena intención.

También los tránsitos de Marte (si bien son rápidos) pueden ayudarnos a ver qué se activa en nosotros cuando pasa activando los distintos puntos de nuestra carta.

PLUTON

Por otro lado, el opuesto complementario de Tauro es Escorpio, cuyo regente es Plutón, de quien ya hablamos en este artículo, y su función es transformar (Tauro = Forma; Escorpio = Transforma).

Plutón es un planeta transpersonal, y Escorpio viene después de Libra en el mandala. Entonces podemos pensar que ese deseo venusino de Tauro encuentra en Escorpio y su regente, el deseo ya no con mi propio cuerpo, sino compartido con otro: se funde, se amalgama, es la atracción entre las dos identidades que se habían encontrado con Libra. Pensemos que Escorpio es un signo de agua y Tauro de Tierra, la amalgama perfecta con la cual creamos barro, y de ese barro podemos crear nuevas formas. Plutón nos habla de un deseo transformador, pero que también puede ser posesivo y obsesivo. Poder transformar y transformarnos a través de nuestros deseos, pero sin perder el eje, sin volverse dominantes o manipuladores.

Entonces, buscando Plutón en nuestro Mapa Astral, podemos entender cómo jugamos esa carta de transformación con el otro, de intercambio profundo de energías, entre ellas nuestra sexualidad. Podemos ver por casa y por signo dónde y cómo lo jugamos, para trabajar en nosotros el ponernos en contacto con las partes más oscuras de nuestros deseos y regenerarlas, restaurarlas, en algo superador.

Nuestra Carta Natal siempre nos da pistas para poder ser mejores, para ir un poquito más allá.

¿Te animás a explorarla?

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PorJosefina SchatzyLeandro Liptak