Imaginate si pudieras entrenar tu cerebro para que frente a un fracaso leyera: “¡¡vamos bien!!” Bueno, la realidad es que podés. Sólo requiere un poco de práctica y reformular algunas creencias. Todas las mujeres y hombres de éxito han sabido interpretar el fracaso como algo maravilloso. De hecho lo es; hablando a nivel sistémico, fallar aporta información más valiosa que siempre acertar.

¿Mi consejo? Aprendé a fallar. Sé experta en que las cosas no resulten. Sólo asegurate de no probar lo mismo 2 veces. Si no funca, cambiá tu prueba. Dale a este tip una semana de prueba. Eso que te da miedo: hacelo de todos modos. Frustrate, pero frustrate mucho, muy en serio te lo digo. Permitite que algo se rompa, pero variá. Generá alternativas. Transitá caminos diferentes. Y te aseguro que te vas a sorprender de los resultados. No lo digo yo. Lo dicen miles de casos de éxito, de ahora y de hace décadas. Como diría un célebre pisciano: si querés resultados distintos, no hagas siempre lo mismo.

Escribió Leandro Liptak