Ya hemos visto los planetas personales de nuestra carta natal. Es el turno de las luminarias. En este caso, nuestro satélite: la Luna.
Desde tiempos inmemoriales se ha relacionado a la Luna con las emociones. El astro que ilumina con más fuerza nuestras noches, tiene su lugar preponderante en la mitología de todos los pueblos del planeta tierra. En algunas culturas, tiene aún mayor importancia que el Sol.
No podemos vivir sin Luna, ni la interna ni la del firmamento.
Si la Luna no existiera, nuestras noches serían completamente oscuras, desaparecerían las mareas lunares, que son más fuertes que las del Sol, y en consecuencia no habría corrientes marinas que están profundamente relacionadas con la vida en los océanos, El eje de rotación de la Tierra cambiaría, y eso generaría un gran cambio climático.
No podemos vivir sin Luna, porque su función es, justamente, sentar las bases para nuestra supervivencia siendo sensible al entorno.
La Luna es emoción, sensación, vibración en el cuerpo.
Cuando un niño llora, se dice que esta “alunado”. A las personas con problemas mentales se les llamaba “lunaticos”. Desde siempre se ha relacionado a la Luna y sus fases con los cambios en el comportamiento humano.
Y sin duda, gran parte de nuestro aprendizaje para ser adultos es madurar nuestra luna, nuestro mecanismo lunar, ese que se activa cuando nos sentimos inseguros o en peligro.
La Luna rige a Cáncer, signo de agua, y se la relaciona con la Casa IV. Su ciclo es de aproximadamente 28/29 días.
LA LUNA EN LA MITOLOGÍA
Tal vez la deidad femenina más importante de todas, la Luna se relacionaba con distintas diosas dependiendo de su fase.
La Luna creciente se relaciona con Artemisa entre los griegos y con Diana entre los romanos. La doncella, la diosa de la naturaleza, casta, cazadora y protectora de los animales, de los partos y de los niños.
En su fase llena es la madre, Selene, reina del cielo, que cuando se ocultaba su hermano Helios (el Sol) subía al cielo en su carruaje de plata .
Hecate, la Luna menguante, la anciana, la sabia, reina del inframundo y de las brujas, gran conocedora de las hierbas, pócimas y hechizos mágicos.
También se la relaciona con Deméter (Ceres para los romanos), la diosa griega de la agricultura y portadora de las cuatro estaciones.
En el Tarot se vincula con La Papisa, el Arcano II, y por supuesto con el Arcano XVIII La Luna.
LA LUNA EN LA ASTROLOGIA
Además del significado por casa y signo de la Luna en nuestra Carta Natal, en Astrología la Luna tiene un lugar preponderante:
Todos los meses fluctuamos con los ciclos lunares. Todos los meses una Luna Nueva en determinado signo, que nos propone un nuevo comienzo, plantearnos objetivos y metas a alcanzar en un ciclo de 6 meses, que culminará con la siguiente Luna Llena en el mismo signo. Recordemos que una Luna Nueva es una conjunción Sol – Luna, por lo que estarán en el mismo signo, y una Luna Llena es una oposición Sol – Luna en el mismo, por lo que la Luna estará en el signo opuesto al Sol.
También tenemos la temporada de Eclipses, que cambian de signo cada año y medio aproximadamente, y que se relaciona con los ejes nodales (Nodo Norte y Nodo Sur). Los Eclipses en astrología nos llevan a hacernos preguntas aún más profundas y revisar cuestiones (propias internas o colectivas) relacionadas con los signos del eje nodal. En abril y mayo (Tauro) tuvimos la primer temporada de eclipses de este año, y la segunda comenzará a fines de octubre, en el signo opuesto complementario de Escorpio.
LA LUNA EN LA CARTA ASTRAL
Habla de nuestro mundo emocional, donde y cómo nos sentimos seguros, como nutrimos y necesitamos ser nutridos, nuestras reacciones inconscientes ya que la Luna guarda las memorias de nuestro pasado. Todo aquello que hemos vivido de niños y que nos tocó sensiblemente, se activará nuevamente -funcional o disfuncionalmente- cuando una sensación similar aparezca en nuestro entorno. Es un mecanismo de protección, de supervivencia.
Su función es complementaria a la de Saturno, que le da estructura y la contiene. Si la Luna es el hogar, Saturno son las paredes que la separan del exterior; si Saturno es el cascarón que protege al pollito, la Luna es el interior del huevo, que lo nutre en su crecimiento.
Te invitamos a leer más sobre cada Luna, sus talentos y problemas en los siguientes enlaces:
- Luna en Aries
- Luna en Tauro
- Luna en Géminis
- Luna en Cáncer
- Luna en Leo
- Luna en Virgo
- Luna en Libra
- Luna en Escorpio
- Luna en Sagitario
- Luna en Capricornio
- Luna en Acuario
- Luna en Piscis
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